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Título:
Sueños de dioses y monstruos
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Título
original: Dreams of Gods and Monsters
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Género:
fantasía / romance paranormal
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Autora:
Laini Taylor
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Saga:
3° entrega de saga “Hija de humo y hueso”
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Editorial:
Alfaguara
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Nº
Páginas: 616
Sinopsis
La joven
Karou ha tomado el control sobre la rebelión quimérica y el futuro de su raza
depende de ella, si es que aún queda futuro para las quimeras en Eretz, una
tierra devastada por la guerra. Pero, cuando el brutal ejército de serafines de
Jael penetra en el mundo humano, lo impensable se convierte en esencial: Karou
y Akiva tendrán que unir sus ejércitos para luchar contra un enemigo común.
Esta unión de ambos ejércitos es una versión alterada de su antiguo sueño, donde ángeles y quimeras conviven juntos, en paz. Pero, ¿habrá lugar en este nuevo orden del mundo para el imperdonable amor entre un ángel y un demonio?
Desde las calles de Roma hasta las cuevas de los Kirin, humanos, quimeras y serafines lucharán, amarán y morirán en un teatro épico que trascenderá el bien y el mal, la amistad y el odio.
Y, más allá de las fronteras del espacio y el tiempo, ¿qué sueñan dioses y monstruos?
Esta unión de ambos ejércitos es una versión alterada de su antiguo sueño, donde ángeles y quimeras conviven juntos, en paz. Pero, ¿habrá lugar en este nuevo orden del mundo para el imperdonable amor entre un ángel y un demonio?
Desde las calles de Roma hasta las cuevas de los Kirin, humanos, quimeras y serafines lucharán, amarán y morirán en un teatro épico que trascenderá el bien y el mal, la amistad y el odio.
Y, más allá de las fronteras del espacio y el tiempo, ¿qué sueñan dioses y monstruos?
Esta
tercera y última parte de la saga “hija de humo y hueso” comienza justo donde
queda la historia en el libro anterior: con una alianza impensable. Cuando
ángeles y quimeras asumen que la única forma de sobrevivir es aliándose, las
cosas parecen volverse más esperanzadoras, pero no igual de estables. Esta obra
no está cargada del oscurantismo de la entrega anterior, pero tampoco pierde la
línea reflexiva, directa y cruel de su antecesor.
Una de
las cosas destacables es que Karou vuelve a ser decidida, fuerte y autocrítica. La vimos decaer en el segundo libro, tomar
malas decisiones y auto lamentarse; pero al finalizar “días de sangre y
resplandor” vimos regresar un atisbo de su ingeniosa personalidad. Y
efectivamente vuelve, en gloria y majestad. Para las seguidoras del romance,
con el carácter de la protagonista también regresa su compleja historia de amor
con Avika, quien ha sufrido algunos cambios. Este punto ha sido un acierto por parte de la escritora, pues rompería
con la verosimilitud si los personajes no evolucionaran en un contexto tan
complejo.
Volvemos a ver otros personajes que surgieron como nuevos, pero interesantes y significativos para la historia: Susana y Mik siguen poniendo su cuota de humor, así como el regreso de algunas quimeras dinamiza las relaciones. Además, doy gracias a "los dioses estrella" porque se le da bastante potencial a un favorito personal: Ziri, quien es quizás la única quimera –además de karou- que lo sacrifica todo por una causa mayor. En esta entrega todos los personajes están en una búsqueda y redención personal, pues se cumple la regla de que son los tiempos difíciles los que hacen aflorar las verdaderas intenciones de las personas.
"Mi pueblo pensaba que el tiempo es un océano, no un río. No se aleja y desaparece, usado y gastado. Simplemente existe, eterno y absoluto. Los portales debemos movernos a través de él en un sentido, pero eso no refleja su verdadera naturaleza, solo nuestras limitaciones."
Sin embargo, la inclusión de Ziri es la raíz de una de mis críticas más fuertes: el débil intento de formar un triángulo
amoroso por parte de la autora. Sinceramente, no era necesario: los
problemas que mantenían a Karou y Akiva separados ya eran suficientes para volver las
cosas complejas –digo, qué pareja no se complica al ser de diferente especie y
acusarse entre sí de traición-. Por lo que la incorporación de un tercer
posible candidato no parece necesaria ni coherente. Por otro lado, la forma en que se “resuelve” este
triángulo –que en realidad nunca cobra fuerza- era la más esperable: ¡incorporemos a una
cuarta integrante en el juego! Eso sí, le concedo a la autora que era
necesario dar una razón para la devoción de Ziri, de lo contrario, el curso de los acontecimientos tomaría otras formas. Ok Taylor,
perdonada por ahora.
"La vida es sólo un hilo que amarra el alma al cuerpo, y una vez que se sabe cómo encontrarlo, se puede cortar con tanta facilidad como una flor."
Otro “detalle”
que no me agradó personalmente, fue la incorporación de una segunda raza de
ángeles. Se venía anunciando desde la segunda entrega de la saga, pero no era
necesaria su incorporación: fue forzosa, confusa y contra producente. Pero, si vemos las dos caras de la moneda, fue
necesario para darnos algunas respuestas. Eso es algo que se agradece y es cada
vez más difícil de encontrar: no se
dejan cabos sueltos, es una saga completa y circular de inicio a fin.
Dejando
estos detalles de lado –o no tan detalles, dependiendo del lector-, Sueño de
dioses y monstruos sigue siendo una gran historia: sorpresiva, envolvente y
reflexiva. No pierde la identidad de las dos entregas anteriores y, como dije,
nos da todas las respuestas que ansiábamos. Es ese tipo de libro que si lo
terminas antes de dormir, quedarás con
el corazón tranquilo e imaginando cuántas más aventuras vivieron los
personajes luego del desenlace… porque, si bien tenemos las respuestas, no
quiere decir que no haya más que explotar; un libro siempre es un mundo único e
inagotable.
Le doy tres
libros y medio porque considero la segunda entrega como la mejor de la saga –insuperable-
y esos detalles que comenté me cortaron bastante la leche. Eso sí, es justo y
necesario terminar lo que empezamos… así que si ya comenzó con “hija de humo y
hueso” no podrá dejar las cosas sin concluir.
- Naranjita -
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